La muerte es un evento inevitable de la vida, para los seres humanos ha sido todo un reto enfrentar el dolor que conlleva la pérdida de un ser querido. A pesar de ser un proceso natural, que forma parte de un ir y venir necesario para aprender sobre el amor, la compasión, la humildad y el respeto, nos cuesta mucho sobrellevar el duro golpe de perder a un amigo o familiar al que amamos. 

Se puede decir que lo primero que pensamos es no volveré a verte, ya no compartiré contigo, no podré escuchar tu voz, ni estarás presente en mi vida. Pero puedo decirte que no todo está perdido, nosotros somos seres sensoriales y estamos en plena capacidad de percibir la presencia de los que ya no están físicamente acompañándonos, podemos lograrlo elevando nuestra mente y nuestro corazón.

Superar el fallecimiento de un ser amado toma tiempo, y saber captar las señales de su presencia también. La percepción con los sentidos elevados debe ir acompañada del control de nuestras emociones para que esta sea real y podamos prestarle la debida atención. Es decir, debemos dejar atrás los miedos, prejuicios y los pensamientos negativos que mantienen nuestra mente cerrada y ocupada.

Esos eventos que vemos sin importancia o como paranormales, son los que definen la conexión eterna con aquellos que ya no están presentes, pero nos acompañan, nos guían y aconsejan en nuestras decisiones importantes. Al soltar el sufrimiento verás cómo fluye la comunicación, sentirás que no se ha ido a ninguna parte.

Estamos conformados por cuerpo, alma y espíritu, este último puede estar donde quiera y cuando quiera, tiene la facultad de traspasar fronteras y para él no existen las distancias y tampoco el tiempo. Por ello, es seguro que regresará al lugar donde se sintió amado y vendrá sin tristezas ni dolor, solo traerá consigo la cálida luz que otorga la sublimidad del universo.

Es posible que dentro de una mente positiva y en serenidad lleguen pensamientos de esa persona que tanto se extraña, en forma de recuerdo, tal vez una canción, una conversación, un juego, una comida, así también está presente y ocupa siempre un lugar especial en nuestro corazón. Es una manera de sentirse acompañado y notar que están guiando cada uno de tus valiosos pasos.

Existe una conexión incomprensible para el ojo humano, no importan tus creencias o religión, siempre hay algo más grande que nos conecta en otro plano. Es una energía fluida que mantiene nuestras relaciones, afinidades, virtudes y otras cosas que van mucho más allá de lo que podemos ver. Entonces, ¿cómo no creer que esta energía se mantiene en el tiempo? Todo absolutamente todo lo que nos ocurre queda grabado eternamente en nuestras almas, hasta las personas que se fueron y nos dejaron una huella de amor.

Mantén entonces esa energía en lo positivo y así elevas tu frecuencia, esta es la forma más efectiva de mantener el vínculo eterno con las personas que amas, pero ya no están. Recuerda que lo que piensas es el reflejo de tus vivencias, suelta los miedos y los prejuicios. Verás que no estás solo.

Lleva este mensaje a otras personas que también sufren la pérdida de sus seres amados.

FUENTE: https://www.reflexiones.life/2019/09/27/los-seres-que-fallecen-estan-presentes-de-infinitas-maneras/