¿Dónde aprendimos que el dolor debe rodearse de un muro de silencio? ¿De dónde surge ese impulso de huir de él? ¿Quién nos ha enseñado que hay que reaccionar así?
LLORAR LIBERA EMOCIONES NEGATIVAS…
Cuando lloramos, en la mayoría de los casos, encontramos como primera reacción el intento, por parte de nuestro entorno, de aplacar nuestro llanto. Son típicas expresiones como: No llores, Se te ve muy feo cuando lloras, Él/ella no merece tus lágrimas, El llorar no va a solucionar tus problemas, etc. Si bien estas expresiones buscan el consuelo en nosotros, ejercen el efecto contrario, dado que nos sentimos frustrados al no ser comprendidos.
“Un mal profesor puede arruinarte la vida”
“Las emociones son el factor que más influye en el aprendizaje”
Para la especialista en educación emocional, Begoña Ibarrola, los conocimientos no transforman a nadie. “Lo que es transformador es la experiencia y las emociones.
Bailando con la soledad
Seguramente todas las personas en algún momento de nuestra vida hemos tenido momentos en los que hemos sentido una soledad no deseada, no buscada, con la que es difícil bailar. Hay sucesos, hay acontecimientos, hay pérdidas que te dejan perpleja, sorprendida, desorientada… que te hacen desear que el mundo se pare. Es entonces cuando la soledad te golpea y puede llegar a dejarte fuera de combate, al menos por un tiempo. A medida que acumulamos vida, acumulamos buenos recuerdos, huellas imborrables de personas y hechos… y también cicatrices y heridas que nos acompañan y nos hacen lo que somos. Una de mis heridas, quizá la más grande y la que me sacude recurrentemente, es la del rechazo y el abandono. Cuando era más joven me aterraba estar sola porque se avivaba mi herida. Con el tiempo he aprendido, como dice Robin Williams, que lo peor es estar con personas que te hace sentir sola, que no te acompañan, que no te apoyan porque eso te mina y te hace perder tu esencia.
Si los padres no castigamos, ¿qué hacemos?
¿Conocemos las alternativas frente al castigo?
– Premio y castigo –> Castigo como restitución del daño. No como imposición de poder.
– Nunca ignorar sus rabietas, sino que podemos mostrar que desaprobamos su conducta en ese momento, pero les seguimos queriendo.
– No sobreproteger ni decir todo el rato a los niños lo que tienen que hacer ni hacerlo por ellos
– Mantener la calma y el cariño
– La violencia nunca puede ser una respuesta, para que el mensaje llegue, es fundamental no caer en actitudes violentas (ser su ejemplo)