El cuadro que presenta una persona deprimida puede ser muy variado en cuanto a sus síntomas y también en cuanto a su evolución temporal. En algunos casos se trata de formas episódicas y en otros se trata de un estado de síntomas permanente de modo casi continuo. También puede variar su gravedad: en algunos casos se trata de estados leves y en otros pueden existir deseos autolíticos. Pero en general cualquier persona deprimida es probable que presente un conjunto de síntomas y signos que se reducen a 5 grandes núcleos:
- Síntomas anímicos: tristeza, irritabilidad, sensación de vacío...
- Síntomas motivacionales y conductuales: estado de inhibición, apatía, indiferencia, retardo psicomotor, etc.
- Síntomas cognitivos: se ven afectados la memoria, la atención, concentración, el contenido de sus pensamientos puede estar alterado, entre otros.
- Síntomas físicos: fatiga, pérdida de apetito, disminución de la actividad, disminución del deseo sexual, que en los hombres puede acompañarse con dificultades en la erección.
- Síntomas interpersonales: una importante característica de las personas deprimidas es el deterioro de las relaciones con los demás.